jueves, 1 de marzo de 2012

Buga



Te vi hoy,
y se sintió como la sonrisa de un niño,
como el respirar de un bebé.
Apacible,
te vi,
era como si algo bello se posara en mi alma.
Sí, una vez más,
vi al amigo lector,
al pintor,
al sensible mezclador de colores,
al risueño y soñador,
al que lee mis palabras y las atiende.
Te vi, mi querido amigo,
y mi alma triste pareciera encontrar un consuelo,
pareciera arrojarse a tus brazos para ser aliviada.
Amigo de nombre extravagante,
de sonrisas sanadoras.

Sí, te vi hoy,
y aún se siente como un silencio agradable,
como un suspiro tranquilizador.

Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario